Dossier

  

Colectivos, redes sociales y jóvenes activistas, dinámicas comunicativas. El caso de Nezahualcóyotl Combativo

Activist groups, social networks and young activists, communicative dynamics. The case of Nezahualcóyotl Combativo


Resumen

Este texto es resultado de una investigación titulada “Alfabetización digital, redes sociales digitales y activismo universitario”, que tuvo entre sus objetivos identificar y analizar los usos y las estrategias de organización y comunicación desarrollados por jóvenes estudiantes que gestionan redes sociales de sus organizaciones o colectivos, las cuales atienden problemáticas sociales y complementadas por acciones en territorio físico.

El texto se enfoca en dos aspectos: por un lado, identificar los temas y el uso de recursos comunicativos que han empleado los activistas en las páginas de Facebook de sus agrupaciones, y, por otro, analizar la concepción que tienen los jóvenes sobre el derecho a la comunicación como una parte clave para ejercer sus derechos ciudadanos y generar acciones colectivas. Se hace énfasis en el caso de “Neza Combativo” por su uso más sistemático de redes sociales digitales.

Palabras clave: 

tecnopolítica; redes; colectivos; organizaciones juveniles.

Abstract

This article is the result of a research entitled “Digital literacy, digital social networks and university activism” that had among its objectives to identify and analyze the uses and strategies of organization and communication developed by young students who manage the social-digital networks of their groups. The collective groups here studied are particularly interested in social problems, connecting their digital activism with off-line interventions in the form of collective actions. Special emphasis is place on the case of the “Neza Combativo” collective group due to their systematic use of socio-digital networks and activist strategies.

Key words: 

technopolitics; digital networks; youth organizations.


INTRODUCCIÓN.

Desde hace casi una década, la presencia de las redes sociales digitales como parte de las rutinas de uso de los jóvenes internautas en México es muy clara. De acuerdo con los datos reportados por el INEGI en los últimos estudios de hábitos de consumo de Internet, los jóvenes mexicanos son quienes se más se han apropiado de las tecnologías digitales y las han incorporado a sus rutinas de vida cotidiana: escuela, comunicación e interacción con familiares y amigos, información y consumo de noticias y por supuesto para el entretenimiento.

Se han realizado diversos estudios e investigaciones para tratar de comprender los usos que ese sector de la población hace de los entornos digitales y los equipos tecnológicos, y analizar los procesos de apropiación que han desarrollado al incorporarlos en sus distintas prácticas comunicativas. Como parte de esas indagaciones hay un particular interés por analizar cómo es que los jóvenes han hecho uso de diversos entornos digitales en el ámbito de su acción como activistas, periodistas independientes y promotores del cambio social. En México, desde el campo de estudios de la comunicación se han escrito varios libros y artículos al respecto, los trabajos desarrollados por Rossana Reguillo, Guiomar Rovira, Dorismilda Flores, María Elena Meneses, Maricela Portillo, Juan Manuel Ávalos, por mencionar sólo algunos.

El trabajo que aquí se presenta parte del interés por conocer más a detalle cómo se han apropiado jóvenes activistas universitarios de algunos entornos digitales (YouTube, Facebook y Twitter) para incorporarlos a los repertorios de comunicación que usan como parte de las estrategias de los colectivos y organizaciones en las que participan.

El interés surgió luego de varios años investigando acerca de la apropiación que hacen los estudiantes universitarios de las tecnologías digitales en el ámbito académico, y de los tipos de interacciones que generan especialmente en las redes sociales digitales. Fue a partir de un último estudio que surgieron una serie de interrogantes que detonaron este interés por saber más acerca de la apropiación de tecnologías digitales por parte de jóvenes activistas universitarios.

Las nuevas interrogantes estaban más focalizadas en asuntos y procesos que se desarrollaban fuera de la dinámica escolar universitaria y los procesos educativos, y estaba más centrada en conocer la concepción que tenían los jóvenes activistas sobre las redes sociales digitales y las posibilidades de uso que tienen consideradas como parte de las actividades de sus colectivos.

A partir de ese interés se realizó la investigación antes mencionada. Durante el proceso de trabajo se estableció contacto con 30 jóvenes activistas de distintos colectivos y organizaciones universitarias. Los intereses de esos grupos eran diversos y estaban centrados en problemáticas relacionadas con la violencia, el derecho a la educación, los derechos de la comunidad homosexual, la educación indígena y otros más. Todos los colectivos tienen distintas formas de organización y manejo de comunicación, pero coinciden en aspectos relacionados con la concepción que tienen sobre los medios de comunicación y el mal manejo de información que hacen y la importancia de Internet para difundir información más veraz y cercana a la realidad. Entre esos colectivos, el caso de Neza Combativo reúne varias características que me permitieron analizar el uso que hacen de las redes, especialmente Facebook.

El caso del colectivo Neza Combativo es peculiar: surge a partir de la participación de un grupo de jóvenes habitantes de Ciudad Neza en el movimiento #YoSoy132, y ha ido cambiando y se ha ajustado a las necesidades e intereses de los jóvenes que integran el colectivo y las necesidades de su comunidad. Uno de los cambios significativos que se hicieron fue el nombre del colectivo en 2015, paso de ser 132 Neza a Nezahualcoyótl Combativo para tener mayor presencia entre la población del municipio.1

Cuando fue creado el grupo de Facebook (el 3 julio de 2012) en el contexto de las movilizaciones del #YoSoy132, los jóvenes de Neza que se sumaron a la lucha en ese movimiento estudiantil emplearon ese espacio digital como un escenario clave para difundir información y convocar a marchas y actividades, con el paso del tiempo fueron dando más usos a este entorno y lo han empleado como repositorio-memoria en donde han archivado documentos, por ejemplo, las minutas de las primeras reuniones del colectivo en el 2012, comunicados, exhortos, relatorías y archivos de los volantes que se distribuían en sus marchas. De la misma manera, y desde 2012, han hecho un uso muy sistemático para difundir información sobre los problemas del municipio de Neza, este uso dinámico responde constantemente a las problemáticas vigentes del entorno. Es fácil identificar cronológicamente los diversos problemas que han sido foco de interés del colectivo del 2012 a la fecha. Se ha empleado para convocar a la población de Neza a diversas actividades: marchas, concentraciones, cacerolazos, entre otras. En gran medida, la página refleja la actividad que siguen generando sus participantes, los problemas que les preocupan y los temas que consideran relevantes y necesarios de difundir entre la población de Neza. Esas son algunas de las razones por las cuales este artículo se centra en el caso de Neza Combativo.

Ahora daré paso a algunas consideraciones conceptuales que me han permitido elaborar este trabajo.

REDES SOCIODIGITALES

Existen diferentes disciplinas que abordan el tema y posturas diversas respecto a la definición de red social. En este texto se retoma como punto de partida, la perspectiva de Dabas (2001), misma que se centra en la dinámica de interacciones constantes de los actores con su entorno, así como con sus comunidades y grupos de referencia. Toda red social constituye una trama interpersonal a la que podemos pertenecer como seres humanos. Se integra de una red micro-social que inicia con la familia como grupo primario y se extiende a todo el entorno sociocultural en el que nos desarrollamos hasta enlazarse a toda una red social a la que moldeamos y nos moldea, es decir, la interacción en otros grupos secundarios como la escuela, la colonia, la iglesia -por mencionar algunos- nos va sumando como integrantes de múltiples redes que forman parte de nuestra vida social y que están presentes en el plano físico.

Si trasladamos esta concepción a las redes sociales digitales, podemos afirmar que pueden ser entendidas como el conjunto de interacciones de esta red física, que ahora se desarrollan en una plataforma digitalizada, un nuevo espacio social, que permite además, interacciones virtuales. La importancia de las redes sociales digitales reside en la dinámica de interacciones que facilita aprovechar la nueva dimensión espacio-temporal que ofrecen. Son, como dice Reguillo (2017), “un espacio continuo de reenvios, sistemas de paso, trayectorías que intersectan con otras trayectorías” (p. 56).

Las redes no son solamente esos escenarios digitales, son también los espacios físicos de interacción entre los jóvenes, esos espacios en donde existen prácticas de consumo cultural, actividades artisticas, prácticas educativas, donde se viven las relaciones con amigos, familia, colegas y donde se denuncian problemáticas sociales o se celebra un triunfo deportivo.

Es importante señalar que se consideran las redes sociales en los dos sentidos: las físicas que están presentes ocupando espacios, lugares y las digitales que están de manera simultánea, ambas son parte de la vida cotidiana de los jóvenes, no existe una separación entre la vida “real” y la vida digital, los escenarios digitales están presentes en la cotidianidad y las acciones de los sujetos, la intención es entonces (con fines de análisis) observar y analizar cómo han apropiado los entornos digitales y que sentido y significación les confieren los jóvenes activistas.

REDES SOCIALES DIGITALES, MIRADAS Y USOS DIFERENCIADOS DESDE LOS COLECTIVOS

Mucho se ha escrito sobre las redes sociales digitales y se ha analizado acerca de su papel en movimientos políticos, ciudadanos y sociales. Grupos de investigadores a nivel nacional e internacional han estado atentos al desarrollo de la participación de los jóvenes en los escenarios digitales, la gestión de la comunicación de sus colectivos y agrupaciones y sus acciones para hacer visibles problemáticas sociales que los atañen directamente o que consideran importante visibilizar y compartir entre la sociedad. “Las redes sociales reconfiguran el espacio imaginario en donde tienen lugar las prácticas políticas en las democracias contemporáneas. Se trata de canales de comunicación interactiva a partir de los cuales actores sociales resignifican su vínculo con lo político” (Meneses, 2015, p. 26).

Las redes sociales digitales son, sin duda, potenciadoras de la participación política, la deliberación ciudadana y la articulación de las movilizaciones sociales (Meneses, 2015) y son escenarios digitales que permiten a los jóvenes internatutas exponer sus visiones, opiniones y concepciones del mundo, mismas que en ocasiones forman parte de un contradiscurso que hace frente al discurso de los medios de comunicación, entre otras cosas.

Las acciones vía redes digitales han conseguido visibilizar no solo a grupos minoritarios o discriminados que están organizados en colectivos y agrupaciones, también se han visibilizado sus estrategias de acción y participación, por lo tanto, es necesario analizar cómo se generan esas estrategias, su continuidad en el tiempo y cómo se vinculan con el campo de conocimiento de la comunicación.

De acuerdo con Rovira (2017), los sujetos quienes participan en movilizaciones y protestas se habilitan y convierten en enlazadores de mundos, cosa que es totalmente cierta y con la cual estoy de acuerdo pues son los activistas los que están tomando decisiones sobre qué es lo que quieren decir, cómo lo quieren decir y se convierten entonces en “comunicadores eficaces e inmediatos de sus propias acciones, periodistas de su aparición pública, cronistas involucrados, streamers, narradores situados y fotógrafos capaces de denunciar y mostrar la violencia policial (Rovira, 2017, p. 13), y actualmente ven potenciadas esas acciones a partir del uso de los entornos digitales, entre ellos las redes sociodigitales.

Siguiendo con la lógica anterior, es claro que las redes sociales digitales forman parte de los recursos comunicativos que son empleados por los colectivos y organizaciones sociales interesados en visibilizar problemáticas que afectan a sus comunidades locales, regionales, nacionales y globales según sea el tipo de organización. Escenarios digitales como el Facebook, Twitter y YouTube son utilizados como elementos clave para sus estrategias de comunicación.

La decisión de uso de esos entornos digitales depende en gran medida del tipo de organización o colectivo, algunos grupos los usan para mostrar y compartir información que consideran relevante sobre algún tema o problemática social y que no es atendida por los medios de comunicación tradicionales (radio, prensa y televisión) o porque consideran que la información no es veraz y está manipulada por intereses del gobierno y los empresarios.

Otras organizaciones y colectivos usan los entornos digitales para ofrecer espacios de consulta y ayuda a comunidades que están buscando reconocimiento y respeto pero que no pueden o quieren mostrarse físicamente en marchas o mítines, tal es el caso por ejemplo de algunos colectivos de diversidad sexual que trabajan con comunidades homosexuales y transgénero.

En ambos casos, las redes sociales digitales funcionan para los colectivos según sus intereses y es innegable que forman parte de los medios empleados para la difusión de información, la convocatoria a actividades y como un medio eficiente para la organización interna de los grupos, es evidente que no son las únicas herramientas que se emplean pero si han tomado un papel clave para la comunicación y la organización de los colectivos.

Para comprender cómo se ha generado el vínculo entre los movimientos sociales, las tecnologías digitales y los medios de comunicación, hay que entender algunos aspectos sobre el desarrollo de los medios. Retomando algunas ideas de Thompson (1993) podemos identificar que él plantea que la producción y circulación de formas simbólicas2 en las sociedades modernas es inseparable de las actividades de las industrias de los medios y de los desarrollos tecnológicos. Define la transmisión cultural como un proceso por el cual las formas simbólicas se transmiten de productores a receptores y pone de relieve una serie de características de este proceso que permiten comprender mejor el desarrollo de la comunicación colectiva o masiva pero que también puede ser útil para comprender el desarrollo e inserción de las tecnologías digitales y su relación con la transmisión de la cultura (Thompson, 1993, p. 182). Tres de los puntos centrales desarrollados por Thompson tienen que ver con la producción, la circulación y el almacenamiento de las formas simbólicas, factores que evidentemente se han modificado a partir del desarrollo de las tecnologías digitales.

Una constante en la reflexión sobre los medios está vinculada a los contenidos de los mensajes informativos (producción) que difunden (circulación). Existen investigaciones y revisiones teóricas que han señalado que los contenidos tienen necesariamente una carga ideológica que refleja intereses de corte político y empresarial y responden en muchas ocasiones a los intereses de los gobiernos en turno.

Como sabemos, en el caso de México los medios de comunicación están fuertemente vinculados con los intereses de grupos de poder politico y empresarial. Evidentemente, el deber ser de los medios es otro; su tarea debería ser informar oportunamente y de la manera más clara a la ciudadanía; deberían ser plurales e incorporar información sobre diversas temáticas y grupos sociales, pero entre el deber ser y la práctica existe una diferencia importante. Eso es lo que tratan de visibilizar diversos grupos y colectivos que quieren romper esos cercos informativos que afectan a la toma de decisión y de opinión de la gente.

Es en este punto en donde cobra sentido el trabajo que se presenta, pues los jóvenes activistas con los que se realizaron las entrevistas tienen perspectivas muy diversas sobre los medios de comunicación, pero todos coinciden en lo que ellos consideran su mal manejo de información o en el tratamiento poco objetivo sobre los hechos que informan y, por lo tanto, señalan la necesidad de usar las redes sociales para romper con esas prácticas o al menos luchar contra el poder de los medios.

En ese sentido, y tomando en cuenta lo anterior, es clave comprender como se da seguimiento a ciertos eventos noticiosos, como se construyen los discursos sobre problemas sociales y, por supuesto (en este caso), entender cómo es que se representan y qué se dice de las movilizaciones sociales y las acciones de los colectivos. En este punto es clave comprender algunas cosas que plantea Guiomar Rovira (2017) acerca de cómo los movimientos sociales generan en su acción un espacio de visibilidad de agravios y exigencias, salen a la calle para mostrar su enojo, plantear sus demandas y sumar fuerzas, la autora plantea que la única manera de lograr el éxito de una movilización política es logrando que la gente la vea y tome posiciones a su favor, para ello, dice Rovira, es necesario comunicar; yo agregaría, es necesario aparecer en los medios y generar nuevos espacios en los entornos digitales para ser vistos y comunicar las exigencias, propuestas y demandas.

Rovira (2017, p. 25) señala que cada vez que aparece un medio de comunicación se activa un discurso redentor de la comunicación para la emancipación. Los activistas han visto siempre en los medios una herramienta clave para subvertir el sistema y acabar con la opresión, Internet no puede ser la excepción, aunque la discusión en este caso es más compleja por las propias características tecnológicas y el desarrollo que han tenido los diversos entornos digitales que integran la Red.

Sumado a lo anterior es importante retomar el trabajo de Toret (2013) sobre la Tecnopolítica, que él mismo caracteriza como “uso táctico y estratégico de las herramientas digitales, identidades colectivas online para la organización, comunicación y acción colectiva” (p. 41). De la propuesta de Toret, se retoman varias ideas, entre ellas el hecho de pensar que en la tecnopolítica existe una interfaz entre la red y la calle, conectar cuerpos y cerebros para actuar con la red (pero muchas veces fuera de ella) (p. 42).

En el caso de los jóvenes activistas con los cuales se pudo trabajar, el caso del colectivo Nezahualcoyótl Combativo, nos permite identificar varios elementos de los que se han mencionado en este texto. Por un lado, desde la perspectiva de Toret (2013), el trabajo de este colectivo responde a una práctica tecnopolítica pues trabaja en capas: la capa física de la calle y la capa digital en redes (Facebook desde 2012, y actualmente de un canal en Telegram), y hace un uso estratégico de los entornos digitales para varias acciones concretas, entre ellas la difusión de contenidos propios para compartir información clave para su comunidad y el cambio social.

NEZAHUALCOYÓTL COMBATIVO: LOS COYOTES DESDE SU TRINCHERA

Señalaré algunos aspectos metodológicos generales de la investigación antes de dar cuenta de los hallazgos del caso de Neza Combativo. Se partió del supuesto de que, apoyados en recursos digitales, algunos sectores de la juventud están alzando su voz para expresar reclamos, puntos de vista, mostrar producciones culturales, compartir, organizarse, entretenerse o comunicarse, y que esas interacciones repercuten más allá de las prácticas culturales de su generación en especial cuando esos sectores de jóvenes están participando en movilizaciones sociales, colectivos y organizaciones que tienen interés en problemáticas sociales.

Teniendo ese supuesto como punto de partida, se plantearon algunas interrogantes, por ejemplo, ¿qué papel juegan las redes sociales digitales en sus acciones colectivas?; ¿qué temas quieren visibilizar y por qué?; ¿qué opinan los activistas sobre los medios de comunicación colectiva-empresarial?

Para dar respuesta a esas interrogantes consideré necesario desarrollar esta investigación con un enfoque metodológico cualitativo pues lo que interesaba era dar voz a los actores sociales que estaban participando en distintos colectivos y conocer su opinión y concepción sobre el rol y utilidad de las redes sociales digitales como un instrumento de comunicación y apoyo a sus actividades.

Se realizaron 30 entrevistas con jóvenes estudiantes universitarios en un rango de edad que va de los 18 a los 33 años, que participan de manera activa en colectivos y organizaciones estudiantiles, y hacen uso (incluso administran) las redes sociales y otros entornos digitales. Se aplicó una entrevista semiestructurada; el método que se siguió fue el criterio de ‘Suficiencia comparativa’, propuesto por Guillermo Orozco (2011). Este criterio no es un muestreo estadístico, el límite está dado por la redundancia informativa de lo que se busque. Por lo tanto, el investigador a priori deberá tener criterios de selección a los sujetos a entrevistar y tener claridad en los objetos que aplica, de manera que en los resultados existan mayores posibilidades de encontrar diferencias importantes. En el caso de esta investigación, nuestros criterios eran muy claros: debían ser jóvenes universitarios que gestionaran las redes sociales digitales de sus colectivos, organizaciones o agrupaciones que estuvieran relacionadas con problemáticas sociales: defensa de la educación, defensa de los derechos humanos, equidad de género, feminismo y temas similares.

La búsqueda de informantes se realizó de la siguiente manera: primero se inició una búsqueda de colectivos estudiantiles que tuvieran entre sus objetivos lo temas antes mencionados y se mandaron mensajes solicitando entrevistas, la respuesta en términos generales fue positiva, aunque hubo necesidad de explicar con detalle de que se trataba el trabajo, una vez que se lograron esos primeros contactos los mismos jóvenes fueron recomendando a otros activistas.

Entre las distintas organizaciones y colectivos con los que hubo contacto se encontró Nezahualcóyotl Combativo y logré hacer una serie de entrevistas con Jonathan,3 miembro del colectivo y uno de los creadores y administradores del grupo en Facebook. También se dio seguimiento semanal a las publicaciones de su página durante cuatro meses (de marzo a julio de 2018) . El seguimiento de las publicaciones respondió a los siguientes objetivos: identificar las temáticas sobre las que se compartía información, analizar el tipo de materiales que compartían (producción propia o tomada de otros espacios-colectivos o medios) e identificar qué tipo de acción promovía (convocatoria a actividades, invitación a cursos o talleres, promoción para la reflexión crítica).

Cuando fue creado el grupo de Facebook 132 Neza, los jóvenes activistas integrantes del colectivo reconocieron que las redes sociales digitales, principalmente Facebook, les facilitaría mucho su labor. Jonathan comenta lo siguiente al respecto:

La computadora la usamos para subir información. Recuerdo que cuando empezamos el proceso del 132 Neza todos usaron las redes sociales, en ese momento teníamos la limitante de que no podíamos reunirnos, así que pensamos en generar grupos. Entonces ahí la computadora sirvió bastante porque te daba la posibilidad de juntar a mucha gente; o sea podías juntar a 150 en un grupo en 10 minutos y a todos lanzarle una información. Se crea este grupo, se pone la descripción e inmediatamente se lanza una convocatoria de asamblea. Eso te permitía la computadora, hacías tu flayer, lo subías a la red, convocabas, entonces se viralizaba en 10 - 15 minutos. Entonces entendí que la computadora nos podría servir como un sentido de difusión (sic) bastante fuerte, sin necesidad de salir de tu casa, en un grupo en una semana podías tener 600 - 700 gentes que no podías reunir en una asamblea para informar.

En este comentario queda muy claro que los activistas identificaron el potencial de las redes digitales y las ventajas que ofrecían para la organización y difusión de actividades, no les interesaba el hecho de que fueran espacios poco seguros para mantener el anonimato de los participantes del colectivo, lo importante era la velocidad para transmitir y difundir información y el alcance.

Una cosa clave para este colectivo de Ciudad Neza fue el hecho de que tenían ya experiencia en la movilización social en el terreno físico, asi que los entornos digitales al principio fungieron más como herramientas de apoyo, pero no sustituyeron las acciones de la capa física, al respecto Jonathan dice lo siguiente:

La cuestión era que la mayoría (los cuatro o cinco administradores) tuvimos un entendimiento pronto; nosotros teníamos una resistencia de Neza mucho atrás, veníamos de una histórica resistencia de Neza, de nuestros abuelos; entonces cuando nos entrevistamos y conocimos vimos que no había diferencias en las formas de trabajar y teníamos la confianza suficiente en el criterio del otro para lo que se publicaba. Por ejemplo, que cuando se convirtió en Nezahualcóyotl Combativo, teníamos duda de alguna nota o situación, la comentábamos - ¿Crees que sea viable compartirla, o no? - Teníamos esa confianza y de trabajar sin generar roces.

Sobre los usos de los entornos digitales como medios alternativos de comunicación y lograr hacer transmisiones en vivo a través de las redes, el caso de Neza Combativo es muy claro, un ejemplo de lo anterior surge de una problemática que ha tenido el Municipio con la Compañía Federal de Electricidad desde hace años que está relacionada con el alto costo del servicio eléctrico, Jonathan comentaba lo siguiente:

Cuando fue lo del “Gasolinazo” [2016] se hicieron asambleas populares en el Palacio Municipal: ya transmitimos en vivo esa parte, nos volvimos como reporteros ¿Por qué? Porque la tecnología nos dio la oportunidad de apretar un botón y enfocar nada más las imágenes que quieres que se vean; en un momento transmites una situación en tiempo real. Lo hicimos en las asambleas, y cuando tomamos las casetas de la México- Querétaro; eso nos permitía cubrirnos y decirle a la gente: “estamos haciendo esto, por si se viene alguna represión” y tenemos constancia de lo que estaba sucediendo. No aprendimos a hacer videos, porque no tenemos esa experiencia, pero el Facebook nuevamente nos permitió hacernos reporteros visuales.

Por otro lado, también es posible identificar como el colectivo ha incorporado de manera estratégica el uso de las tecnologías digitales a sus acciones en varios sentidos, de acuerdo con la experiencia compartida por Jonathan, hacían flyers (algunos de estos están archivados en la página del colectivo), organizaban eventos e invitaban a mucha gente a las asambleas, lo sintetiza de la siguiente manera: “Hacías los tres pasos: flayer, lo difundías, hacías el grupo; y te dedicabas una semana a difundirlo mediante las redes, a etiquetarlos, mandarles mensajes, ponerlos en otros grupos que se identificaban con otros movimientos sociales; tanto del 132 como de otros movimientos que ya estaban activos desde hace mucho tiempo”.

Sin embargo, los integrantes del colectivo no se confiaron totalmente al uso de las tecnologías porque reconocieron que había un punto donde la tecnología, las redes sociales, ya no funcionaban, Jonathan comenta:

El trabajo estaba en la calle, cualquier actividad que tuviéramos, sencilla o compleja, la complementábamos con difusión en la calle: volantes y pega de carteles porque sabíamos que la mayoría de los jóvenes, estaban involucrados en las redes, pero había una parte que no tenía el acceso a internet y hay mucha gente que no recibe ninguna propaganda política, de movimientos, las publicaciones son de ocio. Teniendo la experiencia de colectivos tuvimos la función de salir a la calle; mínimo a la zona del Palacio Municipal, o visitando a otros colectivos y ahí lanzábamos la convocatoria: “En Neza vamos a hacer un festival, cáiganle”. Nunca dejamos de complementar las redes con la calle.

ORGANIZACIÓN DE TALLERES Y OTRAS ACTIVIDADES.

Una vez que el colectivo cambió de rumbo y objetivo y buscaron trabajar más en la atención de problemáticas del Municipio de Ciudad Neza, comenzaron a generar distintas comisiones: salud, educación, política; en estas comisiones se tomaba en cuenta las habilidades de la gente que quería participar en las actividades del colectivo. Una de las actividades más constantes por parte del colectivo es la organización de cursos para ayudar a los jóvenes que egresan de secundaria a prepararse para el examen de selección e ingreso a la educación media superior (alumnos que ya se quedaron en una universidad, se han sumado y apoyan dando clases). Siguen trabajando en talleres para ayudar y organizar a los vecinos a tomar acciones en contra de los cobros indebidos de servicios públicos como el de energía y en últimas fechas han organizado talleres de lectura y escritura para niños y jóvenes. El financiamiento de sus talleres se consigue mediante cooperaciones voluntarias, se realiza en casas de algunos miembros del colectivo y la comunidad participa en la medida de sus posibilidades.

En el seguimiento realizado a las publicaciones en Facebook de Neza Combativo se identificó que es un espacio en donde la mayoría de los contenidos se toman de distintos espacios, colectivos, medios digitales independientes y periódicos, lo interesante es que los criterios para seleccionar la información que se comparte son muy congruentes con los temas que interesan al colectivo, sumado a eso en cada publicación compartida se hace un comentario para contextualizar la información, promover la reflexión o la crítica y en algunos casos específicos se hace el llamado a la lucha solidaria a favor de presos políticos o comunidades en peligro.

Los temas sobre los que más se publicó en los cuatro meses de seguimiento tienen relación directa con los altos índices de violencia de la Ciudad de México y, especialmente, en Ciudad Neza. Un tema central sobre el que publican constantemente información es sobre los feminicidios, las mujeres desaparecidas y en especial sobre las niñas víctimas de violencia -cabe señalar que Ciudad Neza y Ecatepec, municipios del Estado de México, tienen altos índices en feminicidios-.

Otro de los temas centrales que atiende problemáticas locales es el relacionado con su lucha en contra de la Compañía Federal de Electricidad (CFE), al respecto en esos meses se hicieron publicaciones para promover la asistencia a los Talleres de Comunicación que impartieron miembros de Neza Combativo en colaboración con la Coordinación de Pueblos Unidos en Defensa de la Energía Eléctrica, esto como parte de los procesos de formación de la comunidad.

El desabasto de agua que existe en el Municipio se refleja constantemente en publicaciones en donde se señala el descuido de las autoridades muncipales y federales para atender este problema, esto vinculado a la crítica permanente a la corrupción de los políticos y la poca atención que se le da a los ciudadanos.

Un dato interesante en la revisión de las publicaciones en relación con la experiencia compartida con Jonhatan es que ciertamente los jóvenes integrantes del colectivo tienen muy claras las problemáticas de su comunidad y aprovechan el entorno digital para informar y tratar de generar conciencia crítica entre los habitantes del municipio, pero no va más allá de eso, eventualmente hacen convocatorias para asistir a marchas y asambleas y pocas veces transmitén cosas en vivo.

En los últimos meses se han generado diversas actividades en conjunto con el Café Coyote Combativo, un espacio hermano dedicado a ofrecer actividades artísticas: conciertos, talleres de literatura y poesía, baile para promover otros espacios de convivencia para la gente del Municipio.

REFLEXIONES FINALES.

Luego de hacer una revisión puntual de textos teóricos, investigaciones sobre los jóvenes, las movilizaciones sociales, el activismo y los procesos de apropiación tecnológica de los jóvenes activistas universitarios, de tener acercamientos a su trabajo, conversar con ellos y dar seguimiento a sus páginas y entornos digitales es posible plantear algunas ideas al respecto.

Es claro que el movimiento #YoSoy132 en el 2012, fue un parteaguas en la organización y movilización de los jóvenes en México y que mucho del trabajo logró ser concretado gracias al uso de las redes sociales digitales, las convocatorias, la difusión de los eventos, las estrategias de comunicación y las transmisiones en vivo se realizaron empleando recursos tecnológicos, los jóvenes tuvieron visibilidad gracias también a la tecnología digital y le dieron forma a un movimento que convocó a otros sectores de la población.

Si bien el #YoSoy132 surge de una comunidad estudiantil y tuvo un fuerte componente de estudiantes universitarios, se fueron sumando jóvenes activistas que formaban parte ya de algunos colectivos y que tenían su propia agencia y vieron en el movimiento un espacio para refrescar sus propios movimientos, nuevas voces y otro tipo de organización, en ese sentido comparto la perspectiva de Juan Manuel Ávalos al respecto:

Parto de la premisa de que el activismo politico actual se enmarca en una coyuntura de participación configurada desde la experiencia del movimiento YoSoy132 en 2012, en la que convergen diversas trayectorias biográficas y colectivas, tiempos y contextos, donde las interacciones de los jóvenes activistas se sostienen a partir de su pertenencia o cercania a colectivos relacionados con diversas causas y su articulación a redes de activismo a las que tienen acceso (2018, p. 194).

Un ejemplo de lo anterior es el caso del Colectivo Nezahualcóyotl Combativo, los jóvenes integrantes le dieron forma y convocaron en un primer momento a partir de que se sumaron al #YoSoy132, se encontraron en las primeras marchas, se identificaron como habitantes de Ciudad Neza y a partir de eso crearon el grupo en Facebook y lo demás es historia. Una historia de la cual se ha sintetizado una parte en este artículo, retomando los relatos de Jonathan y dando seguimiento a la página de su red. Ellos mismos reconocen que su biografía había estado marcada por una lucha constante, la resistencia a dinámicas complejas de vida en su entorno, la exigencia de mejores oportunidades de vida, se reconocieron como luchadores sociales y sumaron esa experiencia para amalgamar este colectivo de Neza Combativo. Una vez que paso el movimiento #YoSoy132, ellos continuaron en sus actividades como colectivo, tienen una agenda propia de problemáticas que atender y eso les ha permitido seguir funcionando como grupo, generando espacios de trabajo y difundiendo información entre su comunidad, nunca se olvidan de trabajo y la organización en la capa física y manejan los entornos digitales como espacios de difusión o para la promoción de actividades pero no han logrado hacerlos suyos totalmente como parte de sus repertorios de acción o gestión.

Sin embargo, cada vez que sucede algún acto de violencia que desborda los límites de la tolerancia y la paciencia de los habitantes de esta ciudad o este país, como es el caso de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, las células del 132 se activan, y los coyotes combativos de Neza hacen presencia en redes digitales y en las marchas, se suman a la voz colectiva que exige justicia.

La información proporcionada por los jóvenes activistas con los que se conversó a lo largo de esta investigación coincide en gran medida con varias de las cosas antes expuestas en el texto en relación con su percepción sobre los medios de comunicación comerciales, no fue una novedad encontrar un discurso muy similar entre ellos al señalar que los medios de comunicación sirven a distintos intereses y suelen presentar versiones parciales de la información y de esa manera desinforman al pueblo y, por lo tanto, consideran importante hacer uso de las redes sociales digitales y sus recursos comunicativos para informar a la gente y presentarles otras versiones de la realidad.

En el seguimiento de algunas publicaciones de los colectivos era común encontrar una nota informativa en texto o video de algún medio comercial y encontrar junto fotografías del mismo suceso o evento tomadas por los activistas en donde presentaban otras miradas de los mismos hechos. Esto nos indica que los jóvenes han desarrollado una capacidad crítica frente al manejo de la información de los medios, es probable que al ser universitarios cuenten con herramientas de análisis que les han permitido identificar ese aspecto de los medios, pero también es probable que al ser actores sociales de varios movimientos reconocen sus propios contextos y realidades y al verlas representadas en los medios de comunicación las desconocen o detectan los manejos parciales de la información. En este sentido, queda una veta de análisis en la cual es necesario profundizar para indagar con detalle las trayectorias de alfabetización mediática formal o informal que han seguido los jóvenes activistas para el desarrollo de esas habilidades críticas.

Al darle voz a los jóvenes y dejar que ellos compartieran su experiencia en el manejo de las redes, se visibilizaron otros aspectos centrales en relación con la concepción que tienen sobre el derecho a estar bien informados, ellos y ellas consideran que si la gente está informada de manera plural puede tomar sus propias decisiones y conformar su opinión sobre diversos temas. Así, ven en Internet a un aliado importante pues consideran que en las redes no hay un control de la información y ante la pregunta expresa acerca de los riesgos en relación con el anonimato, la privacidad y la extracción de datos los jóvenes señalaban que estaban conscientes de esos riesgos, pero los asumían porque ven en Internet un espacio en donde pueden compartir información relevante para la gente y eso es lo primordial.

Quedan varias vetas por explorar en torno a este tema del uso de los entornos digitales, el activismo y los jóvenes, es claro que es un tema muy dinámico y que hay que seguirle la pista para tratar de comprender cómo se van gestando los fenómenos comunicativos en estos contextos actuales en donde las tecnologías digitales han ganado mucho espacio y siguen incorporándose a casi todas las actividades humanas, es importante no perder una mirada crítica sobre el asunto, no caer en determinismos tecnológicos, pero tampoco irse al extremo de la mirada catastrófica. Reconocer que la incidencia de las tecnologías digitales está presente con bondades y riesgos nos puede ayudar a seguir tratando de comprender las dinámicas comunicativas actuales.

 

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Thompson, J. (1993). Ideología y cultura moderna. Teoría crítica social en la era de la comunicación de masas. México: UAM.

Toret, J. (coord.). (2013). Tecnopolítica y 15M: la potencia de las multitudes conectadas. Barcelona: UOC Ediciones.

 

NOTAS

[1]

Ciudad Neza es uno de los municipios más poblados (más de un millón de habitantes) del Estado de México; está ubicado al oriente de la Ciudad de México y, actualmente, enfrenta fuertes problemas de violencia, inseguridad y muchas carencias de servicios públicos.

[2]

Thompson (1993, p. 152) emplea el concepto de formas simbólicas para referirse a fenómenos significativos, que van desde las acciones, gestos y rituales, hasta los enunciados, los textos, los programas de televisión y las obras de arte.

[3]

Cabe señalar que se cuenta con autorización de Jonathan para hacer uso de su nombre.

 

 

 

 

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