El comentario como moneda de valor emocional y mercantil
Virtualis
Técnologico de MonterreyAunque rudimentarios, los dispositivos para establecer comentarios en los denominados medios sociales suelen ser efectivos para transmitir puntos de vista, emociones y tendencias. Podemos utilizarlos para realizar una valoración de nosotros mismos, marcar puntos de acuerdo y desavenencia -con dar un simple
Cuestiones parecidas se plantea Joseph M. Reagle en
En
Partiendo de la premisa anterior, el investigador asociado, también miembro del Centro Berkman sobre estudios de Internet y Sociedad, sostiene que los comentarios en la web son un modo en el que podemos aprender sobre nosotros mismos. Pero pueden ser igualmente el recurso con que otras personas buscan explotar el valor de nuestro yo social. A través de ocho capítulos, Reagle explora las maneras en cómo el comentario puede informar (vía críticas y reseñas), ser aprovechado (por medio de la retroalimentación), manipular (a través de la falsificación de información), alienar (por el camino del odio), o ser formativo (vía la comparación social).

		Si bien, el texto nos lleva por un recorrido considerable por algunas de las prácticas culturales existentes dentro de la web, se queda en el nivel descriptivo.

			

				

				 De hecho, está escrito a manera de ensayo sin mayores pretensiones que las de exponer las reflexiones de Reagle sobre los temas que aborda.

			1 La falta de un sustento empírico propio, sin embargo, se compensa con una amplia investigación documental en la que cita una multiplicidad de ejemplos, datos y ligas que -más allá de algunas exageraciones como la parte en que Reagle retoma a Standage, T. (2013).. Nueva York: Bloomsbury USA.Standage (2013) para asegurar que los antiguos romanos ya escribían mensajes en los muros de sus amigos- denotan un considerable conocimiento del investigador sobre los códigos de distintas culturas pop en Internet (el propio Reagle se reconoce como una persona
Al final, Joseph M. Reagle, J.M. (2015).. Cambridge, MA: MIT Press, 241 pp.Reagle (2015) asegura que el mensaje en línea suele ser 'hipotextual', pues los vínculos con el contexto en el que se genera se pierden fácilmente, pero aquí cabría señalar que la polisemia no es un problema nuevo ni exclusivo de la comunicación mediada por un computador. 
			 
				 
				 Ya en los estudios clásicos sobre los efectos de la comunicación de masas, en la primera mitad del Siglo XX, Shannon y Weaver (1949) detectaban lo que, desde un enfoque funcionalista/matemático, denominaron ruido (técnico o psicosocial) como elemento de distorsión en la recepción de los mensajes de los medios masivos, mientras que, desde los estudios latinoamericanos de la comunicación, Jesús Martín-Barbero (1987) consideraba que las audiencias negociaban el sentido del discurso unilateral de los medios masivos a través de múltiples marcos de recepción sociocultural y cognitiva. 
			3 De igual manera, Reagle relata algunas acciones que se están realizando para prevenir los contenidos disruptivos y la desinformación en la web, como el uso de personas o dispositivos para moderar las interacciones en foros digitales, pero él mismo asegura que se trata de soluciones pasajeras sin mayor éxito. Termina especulando sobre el rumbo de las sociedades contemporáneas dentro del ámbito de Internet:

		Como señala el sociólogo George Ritzer, las personas que viven en sociedades 'racionales' contemporáneas están impulsadas hacia medidas cuantificadoras, en parte porque se basan en computadoras, lo que también facilita tomar decisiones difíciles al evaluar fenómenos subjetivos y cualitativos. Además, en una sociedad en la que 'el ganador se lleva todo', ya no basta con ser lo suficientemente bueno y ser apreciado como tal. En cambio, se nos presenta una proliferación de identidades para escoger, para realizar y para ser juzgados en relación con éxitos y bellezas de clase mundial. La retroalimentación (que identifica lo que funciona bien y lo que se puede mejorar) se reemplaza por las clasificaciones de posición relativa con respecto a los demás (Reagle, J.M. (2015).. Cambridge, MA: MIT Press, 241 pp.Reagle, 2015, p. 181).

		Respecto a la desinformación que circula en la red, problema que a últimas fechas es foco de alerta para muchos especialistas que estudian procesos de comunicación digital, Reagle puede ayudarnos a completar el panorama: dicho fenómeno se encuentra de igual manera inserto en una lógica mercantil, en la que el comentario en línea puede funcionar como moneda de un alto valor para los intereses de las sociedades de consumo. Por lo tanto, una simple recomendación o queja sobre algún producto o servicio en sitios como Amazon o Yelp podría no ser tan genuina como parece:

			Investigadores estiman que entre el 10 a 30 por ciento de las reseñas en línea son falsas. El elenco de los manipuladores incluye los
Consecuentemente, Reagle nos dice: 'En la parte inferior de la Web estamos cada vez más tentados a convertirnos en manipuladores, y al hacerlo perdemos algo en el proceso' (p. 57).

		Martín-Barbero, J. (1987). . México: Gustavo Gili.
Pardo, D. (2013). ¿Cuál es la diferencia entre un geek y un nerd? . Recuperado el 23 de agosto de 2017, de:
Reagle, J.M. (2015).. Cambridge, MA: MIT Press, 241 pp.
Shannon, C., y Weaver, W. (1949). . Urbana: University of Illinois Press at Urbana.
Standage, T. (2013).. Nueva York: Bloomsbury USA.
De hecho, está escrito a manera de ensayo sin mayores pretensiones que las de exponer las reflexiones de Reagle sobre los temas que aborda.

			 La palabra
Ya en los estudios clásicos sobre los efectos de la comunicación de masas, en la primera mitad del Siglo XX, Shannon y Weaver (1949) detectaban lo que, desde un enfoque funcionalista/matemático, denominaron ruido (técnico o psicosocial) como elemento de distorsión en la recepción de los mensajes de los medios masivos, mientras que, desde los estudios latinoamericanos de la comunicación, Jesús Martín-Barbero (1987) consideraba que las audiencias negociaban el sentido del discurso unilateral de los medios masivos a través de múltiples marcos de recepción sociocultural y cognitiva.