Entrevista con Alfredo Casares 'Es la hora del periodismo constructivo'
Virtualis. Revista de cultura digital
Tecnológico de Monterrey, Dirección de Investigación de la Escuela de Humanidades y EducaciónAnte la sobreabundancia de información, la aceleración y la distracción características del entorno digital, el periodista, consultor de medios y académico español Alfredo Casares recupera lo que ha denominado 'periodismo constructivo', una alternativa más positiva y centrada en soluciones, no solo en problemáticas; un periodismo participativo que sea motor de la transformación social.

			En su más reciente libro, La hora del periodismo constructivo (Casares, A. (2021). La hora del periodismo constructivo. Eunsa. Instituto de Periodismo Constructivo. .Eunsa, 2021), lo explica: 'necesitamos un periodismo más optimista que ofrezca una mirada más completa y equilibrada de la realidad: que denuncie los problemas, desenmascare a los culpables, saque a la luz lo que los poderosos pretenden ocultar y al mismo tiempo explore las iniciativas que existen para solucionar los problemas sociales, investigue quién está trabajando en ello y exponga con rigor sus resultados, nos ayude a comprender cómo podemos contribuir cada uno de nosotros a la mejora de la sociedad y nos inspire para hacerlo y actuar' (Casares, A. (2021). La hora del periodismo constructivo. Eunsa. Instituto de Periodismo Constructivo. .Casares, 2021, p. 66).

			Periodista de larga trayectoria, Casares fundó en 2020 el Instituto de Periodismo Constructivo (https://periodismoconstructivo.com/), una iniciativa que forma parte de una red global y que ha recibido el respaldo del Solutions Journalism Network para incorporar el periodismo de soluciones a la estrategia editorial de medios en España y Latinoamérica. Profesor en la Universidad de Navarra, ejerce como consultor, formador y mentor de directivos y periodistas de diversas partes del mundo; los proyectos que ha dirigido han recibido una decena de premios nacionales e internacionales.

			Es la hora entre otras cosas del periodismo constructivo, sí. La crisis tiene que ver con muchos factores como son el sesgo negativo estructural que tienen los medios, la forma que tenemos normalmente de mirar la realidad y de contarla, el exceso del periodismo de denuncia casi como única forma valiosa de hacer periodismo. El pensamiento único sobre el tipo de cobertura que hacemos de la política y de la vida diaria genera una división social, como algunos estudios acreditan; produce en la población sentimientos de impotencia, de desafección, de desconfianza. Y para dar respuesta a eso, un periodismo más constructivo creo que contribuye mucho.

			El periodismo, bajo mi perspectiva, es transformador en sí mismo. Porque la forma en la que contamos el mundo tiene un impacto muy importante en cómo las personas se hacen una idea del mundo que las rodea, pero también cómo las personas se ven a sí mismas, y el papel que pueden jugar. Sin información sobre lo que ocurre en el mundo, sobre lo que otras personas están haciendo, sobre los desafíos que hay, sobre los resultados que se obtienen, sin nada de eso la acción social se ve muy resentida, y una buena información favorece mucho la acción social.

			Pero insisto, creo que ese poder transformador no tiene tanto que ver con cómo conducir a la opinión pública o cómo educarla (que creo que son argumentos del pasado) sino tiene que ver con crear espacios de conversación, donde todo el mundo pueda participar, donde se escuchen todas las voces y donde haya un diálogo con unas reglas constructivas, es decir, que haya una escucha activa, y una capacidad de acordar juntos qué futuro queremos.

			Hay una línea en común con el activismo; para mí esa línea se ha difuminado mucho. Hay activismo en la manera en la que contamos el mundo, en la posición que decidimos tomar, y la decisión de unir, de generar diálogo, de escuchar mucho mejor a las comunidades a las que representamos. No creo que el activismo social perjudique al periodismo, es decir, hoy todos somos activistas climáticos, por ejemplo. Yo me considero activista por el periodismo. Creo que la clave está en escuchar a las comunidades y a las voces más infrarrepresentadas en los medios, y si a eso se le llama activismo, está bien.

			En 2014 fundamos en el diario de Navarra, en España, el primer laboratorio de innovación periodística en un periódico impreso. Nuestra idea no era hacer un laboratorio de innovación tecnológica. Otros se centraron en la innovación tecnológica durante muchos años, sobre todo, al principio de la digitalización: fue imprescindible y sigue siéndolo. Pero no es la única forma de innovar. Creo que también hay una innovación en la forma en la que entendemos el rol del periodismo. ¿Qué papel jugamos los medios? Los periodistas y el periodismo hoy necesita a la ciudadanía, que no es la misma que hace años. Es muy relevante establecer relaciones distintas con ella. Este periodismo constructivo trata, como digo, de enfocarse en las soluciones y de mirar también lo que hacemos bien para aprender de ello; el aprendizaje colectivo es fundamental, incorporarlo a nuestro día a día, pero también mirar al futuro.

			Se trata de generar esos espacios en los que las preguntas que hacemos cambian. Ya no solo es el qué, sino ¿y ahora qué? Preguntas orientadas al futuro y a la solución. Dedicamos más tiempo al otro, a escucharle y a entender muy bien qué necesita. Porque un servicio público como el periodismo no podemos o no deberíamos reflexionarlo, redefinirlo, resignificarlo y adaptarlo sin contar con la gente, y ahí la cercanía con las comunidades es muy relevante.

			Fundamentalmente la orientación a las soluciones. Esa mirada no sólo sobre lo que no funciona, sino también lo que sí funciona. Sobre todo, tiene que ver con aquello que está intentando dar respuesta a grandes problemas sociales. El periodismo constructivo escucha más y mejor, pregunta de otra manera; ayuda a generar esos espacios de conversación y de escucha con la ciudadanía; busca aprender e incorporar aprendizajes; transmitir una imagen de nosotros mismos más completa, porque no somos nuestros problemas. Una comunidad no es sus problemas y sus desafíos. Es mucho más rica. La mirada al futuro es otro rasgo muy potente.

			Pero tal vez no es tan interesante lo que es, sino lo que no es. El periodismo constructivo no es ingenuo, no trata de hacer más feliz a las personas. No trata de eso porque no está en el negocio de hacer feliz a la gente, sino de hacer a la gente mejor, más y mejor informada. Tampoco es un periodismo que trata de cuestionar lo que se hace y criticar lo que se hace. Para nada; se hace magnífico periodismo en ese sentido y otro no tanto, pero no es el papel de esta propuesta criticar lo que se hace, sino hacer una propuesta adicional, complementaria y, sobre todo, muy consciente. Que tomemos conciencia de lo que estamos haciendo. No inventa nada nuevo; otra cosa es hacerlo de manera recurrente, de manera consciente, de manera deliberada, con un propósito claro, y además hacer a la comunidad partícipe de esto.

			El periodismo constructivo tiene las mismas dificultades desde el punto de vista de la sostenibilidad que cualquier otro periodismo. Pero los grandes medios entraron hace años en un ciclo vicioso relacionado con la inmediatez, la aceleración, la velocidad, como si el valor fuera ese. Quienes apostamos por un periodismo más pausado, más reflexivo, más lento, no tendremos aún las audiencias que tienen los otros medios, pero tampoco tenemos ni las estructuras que esos medios tienen, ni la cantidad de gastos que tienen para sostener, de manera que construir organizaciones mucho más ligeras ayuda.

			Hay medios con una vocación casi exclusiva de periodismo constructivo y de soluciones en todo el mundo que hace años que funcionan. ¿Se puede vivir de eso? Algunos lo hacen, porque en las comunidades en las que trabajan encuentran un público. Lo que creo es que el periodismo constructivo es un elemento que si se incorpora adicionalmente al tipo de periodismo que hacemos ayuda a estrechar la relación y a generar una vinculación más potente con las audiencias, y hay estudios que lo muestran.

			Yo diría que desde hace una década, pero especialmente en los últimos cinco años, hay una corriente muy clara. Hay medios tradicionales, no sólo impresos, también medios audiovisuales, públicos y privados, que están incorporando estas aproximaciones. Son medios que han leído muy bien la situación de desconfianza, la pérdida de relevancia de los medios en muchos casos, la división social que en ocasiones generamos, la credibilidad que se ha visto racionada, y han decidido intentar propuestas. Primero aprender, porque creo que es una apuesta a largo plazo. Incorporar un periodismo más constructivo al día a día, de repente no te hace ganar miles de suscriptores. No es sencillo. Es verdad que hay una cierta dificultad para incorporar otro tipo de periodismo, porque hay quienes consideran que ya lo están haciendo todo y que es difícil incorporar nuevas cosas al periodismo.

			Nosotros estamos trabajando tanto con periodistas como con editores y tenemos casos de éxito en nuestras consultorías; vemos ejemplos de los que aprender y los resultados que tienen son esperanzadores. Como Instituto de Periodismo Constructivo, nuestro propósito es tener un impacto sistémico, contribuir a que el sistema de medios reflexione sobre esto y vaya incorporando nuevas prácticas. Esto está encima de la mesa de muchos medios, en foros, en congresos. Y que vayan dando pasos es una cuestión lenta, se lleva su tiempo, pero creo que es la única vía, porque la ciudadanía está reclamando que le contemos las cosas de otra forma.
		 
			Hay unos logros puramente cuantitativos: en torno a 350 periodistas de nueve medios de comunicación de España, Rumania, Brasil, Costa Rica han pasado por nuestros talleres, y 600 estudiantes de periodismo de 12 universidades, también de España, pero de Brasil y de México, han sido formados en periodismo de soluciones y crisis climática. Recibimos un premio recientemente porque creamos la primera sección de periodismo de soluciones en un medio en España, la Revista Haz. Estamos trabajando proyectos con organizaciones sociales sobre periodismo constructivo y justicia restaurativa, sobre salud mental, sobre derechos humanos. Las organizaciones sociales entienden que capacitar periodistas está muy alineado con el propósito que tienen ellas de que se hable de manera más fiel y más constructiva sobre sus iniciativas, no sobre lo que ellos hacen, sino sobre su propósito. La Asociación de Medios de Información, que es la patronal en España, organizó un evento sobre periodismo constructivo. También la asociación de la prensa de Madrid organizó un encuentro en el que nos invitaron, de manera que el sector sabe que esto existe y empieza a hablar de ello. Hemos creado un consejo asesor en el que hay periodistas de primer nivel. El periodismo que se hace en España empieza a estar en la base de datos del Solutions Network.

			Y más allá de los logros cuantitativos está el impacto cualitativo, que se percibe en lo que los periodistas dicen: que este tipo de periodismo los reconcilia con su vocación de ser periodista; de querer cambiar el mundo. Hay editores que identifican que este tipo de propuestas sistematiza o ayuda a sistematizar algo que ellos hacen de manera intuitiva. Insistimos en que esto no es nuevo, pero el ejercerlo de manera consciente es una clave fundamental. Para los profesores de periodismo supone una herramienta educativa muy relevante; los alumnos de periodismo perciben esa negatividad en la información y descubren que hay otras formas de hacer. Las propias entidades sociales encuentran un valor cuando tratan con ellas medios que no solo se centran en la narrativa del problema, sino en qué podemos hacer para resolverlo. Entonces, creo que hay una respuesta muy clara, están empezando a pasar algunas cosas, pero es un proceso lento.

			No hay una cultura clara de colaboración entre universidades, periodistas y medios. Ahí hay que profundizar e intentar no hacer paracaidismo, es decir, aparecer en una facultad, dar una sesión y ya; eso está bien, pero el impacto es muy poco. En el Instituto colaboramos en programas que involucran a profesores y estudiantes, y estimulamos la investigación. En la Universidad de Navarra, 70 estudiantes y 4 profesores formaron parte de un proyecto pionero que diseñamos con talleres de formación y sesiones de acompañamiento. El resultado fue la producción de una decena de proyectos multimedia de periodismo de soluciones relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Necesitamos de la formación de periodistas en estas perspectivas, de la investigación aplicada, de proyectos en conjunto y del diagnóstico de sus efectos.

			Me gustaría que ayudara a la participación ciudadana, a reducir la división social y a que se generaran espacios de conversación realmente plurales, donde las voces que están más infrarrepresentadas normalmente en los medios y en la sociedad se incorporaran. Una conversación de igual a igual, sin paternalismos, estereotipos o prejuicios. No importa el tipo de periodismo que sea; si el periodismo consigue eso, será bueno.

		Casares, A. (2021). La hora del periodismo constructivo. Eunsa. Instituto de Periodismo Constructivo. .