Gómez-Cruz, Edgar (2022) Tecnologías Vitales: Pensar las culturas digitales Latinoamérica. Universidad Panamericana y Puerta Abierta Editores, México

García González Lidia Ángeles

Gómez-Cruz, Edgar (2022) Tecnologías Vitales: Pensar las culturas digitales Latinoamérica. Universidad Panamericana y Puerta Abierta Editores, México

Virtualis. Revista de cultura digital

Tecnológico de Monterrey, Dirección de Investigación de la Escuela de Humanidades y Educación



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En este libro, Edgar Gómez-Cruz con una trayectoria profesional de más de dos décadas y con 18 años de estar en el extranjero estudiando y trabajando en diversos países, nos presenta una visión crítica de la evolución de las tecnologías digitales en las últimas tres décadas que se presentaban como una utopía y expandirían las posibilidades para explorar, interactuar y disminuir las desigualdades sociales. El autor comienza inicialmente preguntándose: ¿cómo ha sido que las promesas de las tecnologías digitales liberadoras pasaron a ser herramientas de opresión y control en el contexto de las culturas algorítmicas?

Las tecnologías según el autor son vitales porque la vida se constituye cada vez más y mediante ellas, haciendo una invitación a pensar en quién o quiénes las controlan y las gobiernan, las diseñan y con qué fines. El autor describe que ésta situación fue clara durante el tiempo que estuvimos confinados durante la pandemia del Covid-19, debido a que nuestras pantallas digitales se utilizaron para una diversidad de prácticas desde el trabajo en casa, la escuela, actividades de ocio, así como medio de comunicación con familiares y amigos.

El autor refiere a lo largo del libro que existen tres grandes transformaciones históricas de las tecnologías: 1) la emergencia de la cultura algorítmica; 2) la consolidación del capitalismo como forma imperante del uso de las tecnologías digitales, y 3) normalización en el uso de las tecnologías a pesar de las diferencias de acceso y recursos que todavía son desiguales.

En un inicio cuando se reflexionó sobre el concepto del ciberespacio se pensaba en cómo las tecnologías se fueron integrando en el mundo cotidiano en casi todos sus aspectos; sin embargo, hoy en día argumenta el autor, nos encontramos en una fase donde los procesos de automatización algorítmica se están desarrollando sistemas de control y vigilancia de los cuales no podemos separarnos ni abstraernos.

Asimismo, el autor nos advierte sobre cómo la socialización hoy día en el contexto de las plataformas ha entrado en una fase donde se ha convertido en competencia y nuestras comunicaciones son una fuente de capital para las empresas. Además de que el Internet del pasado, todas las ideas eran bienvenidas al Internet y en el presente se ha convertido en un escaparate como si fuese un centro comercial; en ese sentido, lo que en un inicio fue a partir del ciberespacio que dio paso a la creación de comunidades virtuales esto ya no es vigente.

De la misma manera, nuestra cotidianeidad está subordinada al diseño de las plataformas, que estas se organizan con relación al consumo, y esto nos convierte en consumidores de identidades, mensajes y videos. El autor propone cinco dimensiones para comprender las tecnologías: 1) dimensión histórica: ya que a partir de situarlas en un contexto histórico evitará que busquemos enfocarnos solamente en su novedad, y entonces podamos relacionarlas con otros fenómenos y con otros contextos mucho más amplios; 2) la dimensión cultural: que nos lleva a reflexionar acerca de las tecnologías que se han creado y bajo qué culturas, cómo es que han sido diseñadas a raíz de sus particularidades, ideología, maneras de entender el mundo y de existir; 3) dimensión económica-política: nos sugiere conocer a profundidad la historia de las tecnologías con relación a su trayectoria económica y política, y cómo han evolucionado como compañías que obtienen un lucro, y 4) dimensión fenomenológica: que se relaciona a la forma en la que las personas experimentan y sienten a las tecnologías, es esencial para comprender su vitalidad.

El autor advierte que debemos evitar tener abordajes 'futuristas' y realizar estudios empíricos acerca de las tecnologías desde el presente, tomando en cuenta una visión histórica; asimismo, pensando menos en las tecnologías sino en su vitalidad para exponer hallazgos de cómo son: 'usadas, entendidas, adoptadas, resistidas y construidas' (p. 170). En la última parte del libro Gómez-Cruz, propone un apartad: —'Rumbo a una agenda descolonizadora y activista en Latinoamérica'— donde retoma el punto de la vitalidad de las tecnologías y señala la importancia en cómo las personas las adaptan para responder a sus necesidades y experiencias y cómo se van ajustando a determinadas tecnologías.

Gómez-Cruz realiza una invitación para 'preguntarnos por el uso de las tecnologías y métodos propios, que surjan de nuestras realidades para poder responder a dichos contextos de creación de conocimiento' (p. 186); y expresando que como estudiosos de la cultura digital latinoamericana, 'debemos desarrollar un pensamiento latinoamericano sobre lo digital' (p. 188), desde una 'posición epistémica' diferente que sea propia; esto implicaría el desarrollo de una teoría para generar un mayor impacto en las realidades que deseamos tener incidencia. De la misma manera, el autor sustenta que hay suficiente producción en el campo de los estudios digitales; sin embargo, existe una ausencia de trabajo empírico, la cuestión teórica aún no es sólida, a la par de que el autor sostiene que debemos mantener criticidad 'que la narrativa hiperoptimista de la primera era de Internet ya no tiene cabida en la era de los datos y los algoritmos' (p. 197), para entonces direccionar nuestras agendas de investigación en tal sentido.





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